martes, 23 de julio de 2013

Mujeres de primera y mujeres de segunda



No hace mucho tiempo se nos ofrecía como una imagen de modernidad para la derecha en algunos medios de comunicación, el hecho de que la secretaria general del PP, María Dolores de Copedal fuese madre soltera y además, por inseminación artificial. Me gustaría dejar claro que no comparto este tipo de menciones por considerarlas sexistas. A las mujeres en política se nos etiqueta por cuestiones que tienen que ver con la imagen o aspectos de la vida privada, y que en cambio no son tenidos en consideración cuando se habla de los hombres en política. Pero viene bien recordar esta circunstancia a tenor de la última medida propuesta por el PP en relación a la reproducción asistida.

El Ministerio que dirige Ana Mato ha decidido excluir a las mujeres lesbianas y mujeres solas de los tratamientos de reproducción asistida dentro del sistema público de salud. El argumento esgrimido es que se reserva para aquellos casos de infertilidad, entendida como la “ausencia de consecución de embarazo tras 12 meses de relaciones sexuales con coito vaginal sin empleo de métodos anticonceptivos”. ¿Y las mujeres lesbianas? ¿Y qué pasa si una mujer sola decide libremente que quiere se madre?. ¿Deberán recurrir de forma impuesta a mantener relaciones sexuales con un hombre para poder ser madres?.

Ahora bien, si tienes recursos económicos suficientes podrás ejercer libremente la opción de maternidad que elijas, como hizo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. La maternidad deja de ser un derecho para convertirse en una opción a golpe de talonario, por lo que se está negando la igualdad en el acceso a los recursos a aquellas mujeres que carezcan de recursos económicos suficientes. La derecha rompe con esta medida un principio básico, el de la igualdad y la equidad. Para el PP hay mujeres de primera y mujeres de segunda. 

La derecha habla de la defensa de familia, pero queda claro que no todas las familias son objeto de los mismos derechos dentro del ideario del PP. La derecha, durante todo el debate sobre la posible reforma de la Ley del aborto nos vendía la idea de que había que  garantizar el derecho de una mujer a ser madre. Ahora vemos que no se defienden todas las maternidades, sólo las representadas por una pareja heterosexual, discriminando a las mujeres por su orientación sexual, por su decisión de ejercer una maternidad en solitario y por sus circunstancias económicas.

Nos encontramos ante una medida que no tiene justificación alguna, que solo reconoce aquellas maternidades heteronormativas, es decir, entre un hombre y una mujer. La derecha nos quiere imponer un modelo de mujer y un modelo de maternidad que no reconoce la diversidad y que atenta contra el principio de igualdad y no discriminación. Los derechos nunca pueden estar condicionados por cuestiones morales o ideológicas.

En definitiva, se trata de una medida discriminatoria y con una carga ideológica machista y lesbófoba.  

Nota: Artículo de opinión publicado en Canarias 7, el 23 de julio de 2013 
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=307381